
Creed fue nombrado proveedor oficial de la casa real por la Reina Victoria y, más tarde, bajo el patrocinio de Napoleón III y la emperatriz Eugenia, estableció una sede en París. Conocida por su sastrería impecable y perfumes exclusivos, Creed se ganó la reputación de atender a la realeza y la aristocracia. Desde sus orígenes, la marca ha creado más de 200 perfumes, manteniendo una tradición de excelencia que se transmite a través de siete generaciones. Hoy en día, sigue buscando los mejores ingredientes del mundo, elaborando fragancias con materias primas naturales y de gran calidad.