ROSE TONNERRE
La magistral fragancia de Edouard Fléchier, ROSE TONNERRE, presenta una interacción paradójica de rosa y trufa.
En medio de un jardín brumoso, de noche, una rosa ofrece su aroma más hermoso. El aire está tormentoso, estimulando los aromas más oscuros de la naturaleza... ROSE TONNERRE es el resultado de un proyecto personal de Edouard Fléchier. Una nueva base, una especie de bosquejo olfativo, que presentó a Frédéric Malle, y que reproducía la fragancia de una trufa de Périgord. Esta mezcla de notas oscuras, amaderadas y animales estaba pensada para fragancias masculinas, pero los dos socios idearon la aparentemente paradójica idea de combinarla con la nota femenina por excelencia: la rosa. En las manos del maestro perfumista, la reina de las flores se vuelve oscura y sensual. Fascinante.
Rosa, borra de vino, mezcla de trufa, miel, patchouli.
La magistral fragancia de Edouard Fléchier, ROSE TONNERRE, presenta una interacción paradójica de rosa y trufa.
En medio de un jardín brumoso, de noche, una rosa ofrece su aroma más hermoso. El aire está tormentoso, estimulando los aromas más oscuros de la naturaleza... ROSE TONNERRE es el resultado de un proyecto personal de Edouard Fléchier. Una nueva base, una especie de bosquejo olfativo, que presentó a Frédéric Malle, y que reproducía la fragancia de una trufa de Périgord. Esta mezcla de notas oscuras, amaderadas y animales estaba pensada para fragancias masculinas, pero los dos socios idearon la aparentemente paradójica idea de combinarla con la nota femenina por excelencia: la rosa. En las manos del maestro perfumista, la reina de las flores se vuelve oscura y sensual. Fascinante.
Rosa, borra de vino, mezcla de trufa, miel, patchouli.
La magistral fragancia de Edouard Fléchier, ROSE TONNERRE, presenta una interacción paradójica de rosa y trufa.
En medio de un jardín brumoso, de noche, una rosa ofrece su aroma más hermoso. El aire está tormentoso, estimulando los aromas más oscuros de la naturaleza... ROSE TONNERRE es el resultado de un proyecto personal de Edouard Fléchier. Una nueva base, una especie de bosquejo olfativo, que presentó a Frédéric Malle, y que reproducía la fragancia de una trufa de Périgord. Esta mezcla de notas oscuras, amaderadas y animales estaba pensada para fragancias masculinas, pero los dos socios idearon la aparentemente paradójica idea de combinarla con la nota femenina por excelencia: la rosa. En las manos del maestro perfumista, la reina de las flores se vuelve oscura y sensual. Fascinante.
Rosa, borra de vino, mezcla de trufa, miel, patchouli.